13 de enero de 2011

EL FUGAZ DESTELLO DE THUNDER


Quisiera hacer mención en este blog, a una de las bandas de Rock que a un servidor mas gratamente han sorprendido, desde hace ya varios años. Me refiero a la banda británica de Hard Rock, Thunder.

Nos encontramos ante el típico caso, de banda que amaga con el éxito masivo, pero que se queda finalmente en una segunda y discreta línea, realizando pequeños conciertos, y básicamente en las islas británicas.

Pero la realidad no siempre fue así. En sus inicios, concretaménte en el año 1989 y mas o menos hasta 1994, tuvieron un fuerte tirón en Inglaterra y participaron como cabezas de cartel en los festivales de Rock mas importantes del momento (léase Donington o Monsters of Rock).             

Este grupo, formado en la actualidad en la parte vocal por el increíble Danny Bowes, Harry James en la batería, Luke Morley y Ben Matthews en las guitarras junto a Chris Childs en el bajo, comenzaron su andadura con el LP de 1989 titulado Backstreet Simphony, cuya canción que da el nombre al disco, les hizo saltar a la primera plana con una importante entrada al top ten de las listas británicas.


Pero sin duda el momento clave y de mas éxito fue su siguiente álbum de 1992, Laughing on Judgement Day, este disco con canciones como A Better Man, Low Life In High Places o Like a Satellite, les hizo alcanzar su mayor cota de popularidad y lograron alzarlo hasta el número 2 de las listas inglesas. Además fue promocionado este LP, con videoclips muy recomendables que frecuentaron la MTV del momento (en especial los de las canciones señaladas anteriormente).

Mantuvieron la tónica con el siguiente disco de 1995, Behind The Closed Doors. Incluye este trabajo canciones que se convertirían en clásicos de su repertorio como I ll Be Waiting, River of Pain y sobre todo la vibrante Stand Up. Este Lp alcanzaría el número 5 en las listas inglesas y les mantendría como esa promesa que no acaba de explotar, pero a la que muchos críticos especializados alababan y postulaban, para ser unos dignos herederos de clásicos del Rock de décadas anteriores.

Desgraciadamente, en este instante comenzó la decadencia. Abandonan la multinacional EMI, y ya el siguiente disco es publicado por el casi independiente sello Castle. El resultado aún así es un disco muy correcto, evolucionado y bien producido, The Thrill of it All en 1996. Canciones como Pilot of My Dreams o Living for Today, son buena muestra de ello, pero en cuanto a ventas se quedan lejos de los 3 anteriores discos con EMI, y prueba de ello es que no sacaron ningún videoclip promocional. 

A partir de entonces se produce un antes y después en la banda. Vuelven a cambiar de discográfica y en 1999, sacan Giving The Game Away, un trabajo muy inspirado, en el que añaden un toque Pop y de modernidad al sonido de Hard Rock clásico con tintes Bluesys que les caracterizó hasta entonces. La nota negativa es la nula repercusión de su obra, por primera vez desde sus inicios. 

Y a partir de entonces, su creatividad (muy fluida hasta este momento), se resiente, y siguen sacando discos, en los que intentan regresar a su sonido inicial de Rock mas puro, pero entran en una espiral un poco repetitiva y de cierta monotonía en sus canciones.

Llama la atención como el carácter ameno y rico en sus composiciones, de sus 5 primeros LPs, desemboca en trabajos de calidad, pero poco inspirados e innovadores. La calidad sigue latente, la impresionante voz de Bowes o el buen hacer en la guitarra de Morley parece arreglarlo todo, pero discos como Shooting at the Sun (el cual les hizo resurgir levemente en cuanto a ventas), o The Magnificent Seventh, no llegan al nivel de las anteriores y geniales obras.

A pesar de todo, siempre hay lugar para el optimismo en el caso de los fans de la banda, y la aparición en 2008 de el disco Bang, hace recordar la frescura de antaño con unas muy inspiradas muestras. Carol Anne, Retribution o Turn Left To California, elevan el nivel de los últimos discos, pero sin llegar a el logrado en su mejor época.

En definitiva, el análisis final con el que concluyo, es que nos encontramos ante un grupo que tiene todas las cualidades necesarias para llegar mucho mas arriba en los indices de popularidad, e internarse con éxito en las listas de todo el mundo. Lo tenían todo en aquellos inicios de los años 90, buena imagen, una calidad fuera de toda duda, artífices de un Hard Rock muy audible, con muchas influencias de diferentes estilos; blues, soul, elementos del Pop mas elegante...

Pero se quedaron ahí, amagaron pero no pudieron. Siguen haciendo muestra de su buen hacer, con giras y discos mas o menos afortunados, pero fuera de toda relevancia informativa musical, lógico en parte por la deriva del mercado actual, y que ya a mediados de los 90 les comenzó a relegar para dejar paso a nuevas tendencias.

Muchos son los motivos para que Thunder increíblemente y en uno de los casos mas sangrantes de la música tengan en la actualidad tan nula repercusión, pero desgraciadamente en el Rock, no será la primera ni la última muestra. Conformémonos de todas formas con su recuerdo, poderoso legado y buen hacer.